Antes de la llegada del invierno, es muy importante que todos los adultos mayores de 65 años se vacunen contra el virus de la gripe, cualquiera sea su condición actual de salud (sano o con patologías crónicas).
La vacuna demora en generar inmunidad aproximadamente un mes, por lo que es recomendable vacunarse antes del inicio del invierno, para estar protegido en el momento de mayor circulación del virus.
Esta vacuna debe administrarse todos los años, ya que el virus gripal cambia muy rápidamente y las defensas adquiridas con las vacunas de años previos pueden no proteger contra los virus circulantes en este invierno.
El principal beneficio de la vacunación es evitar las complicaciones de la gripe que pueden ser más frecuentes y graves en personas mayores. La gripe a esta edad es responsable de cuadros severos, potencialmente fatales.
También debe recibir la vacuna el personal de la salud que trabaja directa o indirectamente con adultos mayores (en hogares, residencias, policlínicas, centros de rehabilitación etc.), ya que no sólo se protegerán a sí mismos sino que colaborarán en disminuir la transmisión en sus lugares de trabajo y en su entorno familiar.
Durante esta campaña también se puede recibir la vacuna antineumocócica. El máximo beneficio de esta vacuna es la prevención de infecciones respiratorias debidas a neumococo (neumonía o congestión). La misma se administra por única vez en personas mayores de 65 años. En aquellas personas que por razones médicas hubiesen recibido la vacuna antes de esa edad, se podrá administrar, - por única vez-, .una segunda dosis a los 5 años de haber recibido la primera.
Ante cualquier duda consultar a su médico de referencia o al personal de salud.