Era sábado, pasaban las 13:00 de la tarde. El solcito estrellaba sus rayos en la Plaza 1º de Mayo, que recuerda a los Mártires de Chicago, ubicada en General Flores y Yatay.
Niños y jóvenes se iban acercando y, con entusiasmo, comenzaban a participar de los juegos. Había varios inflables, aunque uno era el favorito de todos: el más grande. Una y otra vez varios niños subían para tirarse, abajo, con más alegría, los esperaban sus padres.
La jornada fue organizada conjuntamente por el Municipio C y el B y el Ministerio del Interior, quienes colaboraron en la jornada para que todo saliese bien. A su vez, había una mini estación con un circuito similar a la calle, con señales de tránsito, para que los niños los conozcan y se familiaricen con éstos.
El cierre de la jornada estuvo a cargo de la banda policial, quienes interpretaron varias canciones habitués, aunque con otro estilo, acoplado a sus instrumentos.