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Festejos

El miércoles 12 de diciembre celebramos los 100 años del Rosedal del Prado.

La actividad se realizó a partir de las 19.30 hs., contó con la  presencia de la intendenta Ana Olivera y con la actuación de la Banda Sinfónica.

Repasamos la historia del Rosedal

Trabajo basado en material bibliográfico existente en la Biblioteca Social de Parque Posadas, y búsqueda de información desarrollado por el equipo editor de  la revista "La Voz del Parque Posadas".

La construcción del jardín de rosales comenzó en el año 1908, a esa altura aún no había sido definido su nombre.Su proyectista el Ing. Eugenio Barloffio lo denominaba “Rosarium”, aunque crónicas de la época variaban la denominación entre “Rosaleda”, “Rosedal” o “Roserdie”, entre otros.

Pero lo cierto es que su inminente inauguración había logrado despertar una gran expectativa, y los periódicos de la época ya lo catalogaban como “El paraje más delicioso de la metrópolis”, o “la colección de rosales más grande del mundo”. Un relato expresaba “Imaginad a 12.000 rosales distribuídos en forma armónica, inteligente, artística. ¡12.000 rosales de 800 clases distintas! Rosales venidos de todos los puntos cardinales: rosales minúsculos, rosales semejantes a árboles, rosales trepadores…”

Finalmente el 17 de noviembre de 1912 a las cinco de la tarde el “Rosarium” fue inaugurado oficialmente. Concurrieron al evento desde las familias más distinguidas hasta los vecinos más modestos, participando de un animado festival denominado “Batalla de las Flores”, que se prolongó desde las 20:30hs.,  hasta pasada la medianoche. Luego de su inauguración la Rosaleda pasó rápidamente a convertirse en el paseo obligado de las familias montevideanas.

Más allá de su belleza natural y arquitectónica, se trataba de un verdadero símbolo en un siglo que comenzaba pleno de esperanza y optimismo, emergiendo de la apenas finalizada Guerra Grande.
En consecuencia el impulso inicial no se detuvo, y en los años siguientes se fueron incorporando sucesivas mejoras y se amplió el espacio original a efectos de incorporar nuevas especies, aumentando la cantidad y variedad de rosales ornamentales en casi todas las especies imaginables.

Desde entonces hasta nuestros días, la Rosaleda se ha convertido en un paseo obligado de las familias montevideanas, seguramente su foto integra, el caudal de recuerdos y los registros fotográficos de sucesivas generaciones. Pero también es motivo de interés para visitantes de todo el mundo.