En la escuela N⁰ 2010 de Estado Miranda, Venezuela, una profesora de expresión corporal llamada Carla era muy feminista y por eso decidió reunir a un grupo de diez alumnas de 5to año. Se llamaban: Julia, Carolina, Maite, Juana, Sol, Martina, Sofía, Paulina, Clara y Agostina.
Entre todas se pusieron a pensar una manera de esparcir la igualdad de género y se les ocurrió armar carteleras y carteles, y repartirlas en todo el barrio para que los vecinos reflexionen al respecto de su propuesta.
El día 7 de marzo este grupo de niñas juntó a su maestra y empezaron a armar las carteleras; para esto se repartieron en 5 equipos de 2 niñas, dos de los grupos se encargaban de imprimir y pegar imágenes que representen el 8 de Marzo, otros dos grupos se encargaban de escribir y dibujar mensajes coloridos en las carteleras, y por último uno de los grupos se encargaba de darle los últimos, pero no menos importantes, detalles de decoración.
Al día siguiente (Día Internacional de la Mujer) por la mañana, se prepararon para salir a repartir folletos y carteleras por su barrio. La mayor parte del barrio reflexionaron y se lo tomaron muy bien, les pareció una buena idea. Menos uno de ellos, llamado Jorge que era bastante machista y le pareció una terrible idea y una molestia para el barrio.
Al otro día fue a manifestarse a la escuela de estas niñas (ya que en los folletos habían dejado en claro que eran alumnas de la escuela nº 2010).
Jorge se dirigió rápidamente a la mañana hacia dicha escuela y esperó a que las alumnas llegaran junto a su profesora para pedirles que por favor saquen esos “molestos” carteles. Las niñas al escuchar su opinión llamaron a Carla y se lo comunicaron e invitaron a Jorge a charlar, a lo que Jorge aceptó poco convencido su invitación.
Carla y las niñas estuvieron dialogando con él pero a Jorge no había quien lo hiciera cambiar de opinión. Jorge se retiró de la escuela enojado y fue a su casa para armar un plan para hacerse escuchar por las alumnas y su profesora. El plan consistía en preparar una trampa, tirarles baldes de agua a todas para llamar la atención y ser escuchado.
Carla logró que pudieran hablar, conversaron y discutieron por dos horas, pero valió la pena porque al final Jorge entró en razón sobre la igualdad de género, los derechos y todo lo que se trata de género. Entendió que todos debemos luchar por los derechos y recibir el mismo respeto tanto hombres como mujeres.
Jorge, Carla, las niñas, diferentes grupos de la escuela, escuelas y vecinos, lograron algo que no mucha gente logra, se reunieron para anunciar los temas dichos a medio país.
Fue increíble el cambio que logró Jorge y la gente de Venezuela.