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Participación ciudadana

Editorial de la Alcaldesa del Municipio C: Miriam Rodríguez.

 

Hace nueve meses iniciamos el proceso del tercer nivel de gobierno, con la instalación de los municipios.Ésto implica dar un paso más en el proceso de profundización de la descentralización, que supone revertir el proceso hegemónico (centralista) e incentivar la conformación de sociedades locales de base territorial, construyendo una ciudad inclusiva y participativa.

La descentralización implica transferencia de competencias y atribuciones desde el Gobierno Central a lo local, asignación de recursos de una manera equitativa y eficiente, e involucramiento de la ciudadanía en el proceso político, fortaleciendo así la gobernabilidad democrática. La descentralización como transferencia de responsabilidades, competencias y recursos tiene que operar como facilitadora en los procesos de decisión, como dinamizadora en las etapas de planificación y ejecución de los recursos, y como democratizadora de la gestión pública.

En la nueva administración 2010 - 2015 vamos por mucho más, en la reafirmación de nuestro proyecto estratégico-democratizador, descentralizador y de participación.
Las metas que deben alcanzarse en un proceso de descentralización son: ganar en efi ciencia y eficacia en los procesos de reforma del Estado, gestión de políticas públicas más cercanas a los ciudadanos, y mayores niveles de articulación entre los Gobiernos Municipales, Departamentales, organizaciones de la sociedad civil y el Gobierno Nacional.
Las condiciones para que un proceso de descentralización se profundice conllevan una efectiva transferencia de recursos, una sociedad civil activa y un enfoque integral del territorio, teniendo en cuenta las dimensiones del desarrollo local que incluyen lo económico, lo social, lo cultural, lo ambiental y lo político, transformando las instituciones que fueron concebidas para un modo centralista de organización del territorio.

La descentralización y el desarrollo local son procesos interrelacionados; es necesario abordarlos desde la intervención de manera simultánea, apostando a generar dinámicas de retroalimentación en donde los resultados promuevan nuevos logros. Esa sinergia se constituye en herramienta para el fortalecimiento de la democracia, generando sistemas de decisión más participativos y con mayor ingerencia de los ciudadanos. Esta nueva etapa es un salto en calidad en cuanto al acercamiento de la
gestión a los vecinos de la ciudad, así como también en la profundización de la democracia.

El territorio - el barrio- es un espacio de encuentro, nos permite pensar en un mañana, nos permite contribuir a generar el encuentro social para escucharnos, entendernos y crear juntos la participación social; nos permite seguir construyendo la utopía.