El origen del barrio se remonta a inicios del siglo XIX, cuando por allí se estableció el primer pasaje de carretas que salía de la ciudad amurallada.Luego fue un territorio con huertas y grandes terrenos con galpones de chapa, bordeando el llamado camino de La Figurita, que venía desde el Reducto y llegaba hasta Jacinto Vera, camino que luego sería la avenida Garibaldi. Al llegar a la actual Gral. Flores, cruzaba a las puertas de una pintoresca taberna, que en su techo tenía una figura de terracota que había realizado un parroquiano.
De esa pequeña figura nació el nombre del barrio.
A inicios del siglo XX, La Figurita consolida su territorio delimitado por la avenida Gral. Flores, bulevar Artigas, y las avenidas San Martín y Garibaldi.
En la misma esquina donde estuvo la taberna que dio nombre a la barriada, se inauguró un café de leyenda: El Faro.
A su vez el barrio tuvo su perfil obrero por los años en que funcionó en su zona la fábrica de chocolates “La Águila Saint”.