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A lo grande

Se cerró el Festival Internacional de Circo (FIC) con la actuación de La Sonatina en el Centro Cultural Las Duranas.

 

 

 

 

Dicen que lo bueno dura poco, aunque esa alegría sea constante y, quizá, dure para siempre. Así cerró el Festival Internacional de Circo, organizado por el grupo El Picadero, que promueve el desarrollo de las artes circenses. Este evento fue apoyado por el Municipio C  y se realizó entre el 13 y el 25 de setiembre.

Este grupo de arte funciona en la ex fábrica Campomar (ubicada en Capurro), en un predio recuperado en conjunción con el Municipio C. El objetivo del local es promover el desarrollo de las artes, el respeto y el trabajo colectivo.

La tarde cierre fue en el Centro Cultural Paso de las Duranas, ubicado en Bayona y Pedro Trapani. En el escenario Pablo Estramín, un predio recuperado por los vecinos, que funciona con una luz propia sin igual. Un lugar al que los vecinos toman como propio y disfrutan temporada a temporada de todas sus propuestas.

La tarde del jueves 25 de setiembre tuvo un cierre internacional. El grupo La Sonatina, de Córdoba (Argentina), presentó su espectáculo el “Circo de da Vinci”. Antes, los integrantes de El Picadero, dieron por culminado el Festival con sus clásicos entretenimientos, que incluyeron mucha interacción con el público.

La nube gris invadió Las Duranas, pero eso no impidió que el show comenzase. Los integrantes de La Sonatina presentaron una actuación original con instrumentos de viento y algunos de percusión. El argumento de la obra consistía en una serie de presentaciones dirigidas por un maestro, no vidente, quien comandaba los movimientos y las consignas graciosas de sus compañeros.

Situaciones como bailes o la aparición de un supuesto elefante, que el maestro no percibía, fueron el plato del público, que igual se aguantó a pesar de algunas gotas que amenazaban la tarde.

Rodrigo, uno de los integrantes de La Sonatina, se mostró contento por la actuación. “Está muy bueno hacerlo en un espacio barrial, porque a veces es donde llega menos. Fue increíble conectarnos con el publico uruguayo. Fue la primera vez nuestra, es muy respetuoso, observador y no se come cualquier fruta. Eso es un desafío. Tenés que entregar todo”, enfatizó.

Por su parte Irene, de El Picadero, confesó que las expectativas de la organización se vieron superadas. “Esperábamos mucho público pero verlo en el momento es mucha sorpresa. Te da satisfacción ver tanta gente junta. Venís trabajando hace un año y medio en esto, pensás que puede convocar, pero solo te hacés la cabeza. Fueron diez días intensos, en el ultimo día terminamos todos los artistas cenando juntos. La única sensación era de alegría”.

La integrante del grupo circense destacó el trabajo colectivo. “Hubo mucho trabajo. Mucho apoyo colectivo. En la organización trabajaron entre seis y diez personas, se sostuvo porque el colectivo de El Picadero tiene una fuerza enorme. Una fuerza colectiva que sostiene, siempre hay personas dispuestas a ayudar. Queremos que existan estos espacios. Es lindo sentir ese apoyo colectivo”.

Para cerrar, Irene agradeció el apoyo constante brindado por el Municipio C. “Nos dio muchísimo. Hizo que esto fuera posible. Nos dio toda su confianza. Desde que nos dio el local, hasta este año con comidas, afiches, programas. Sin ese apoyo no hubiese sido posible”.