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La evolución del circo

Espectáculos para toda la familia en estas vacaciones de primavera en el Festival Internacional de Circo. Todas las noches desde las 19 horas ¡Acercate!

Resulta interesante que un colectivo local se proponga metas ambiciosas. Más aún cuando hablamos de una disciplina que parece poco desarrollada en Uruguay como es el circo.

Hablar de un Festival Internacional de Circo podría sonar desmedido, pero El Picadero está sabiendo cumplir con el nombre de esta amplia serie de espectáculos locales y extranjeros que se están desarrollando hasta el domingo 25 de este mes en distintas locaciones.

Las funciones en salas, carpa y calle apuntan a lo que llaman la “descentralización” de la cultura, aspecto que remarcan al comienzo de cada espectáculo. Al mismo tiempo, busca demostrar el desarrollo y la profundidad de las artes circenses en todas sus expresiones.

La presencia diaria de casi 500 personas en cada función da muestra de la aceptación del público a esta atípica propuesta en la escena local montevideana.

Una muestra de estas distintas manifestaciones es el espectáculo “Fuera!” (Proyecto de la Compañía María Peligro - Argentina) presentado ayer, 20 de setiembre, en la carpa instalada en la sede de El Picadero ubicada en el predio de lo que supo ser la fábrica de textiles CAMPOMAR.

“Fuera!” es circo por el contexto en el que se presentó, pero perfectamente puede ser catalogado como una obra teatral por la narración de una historia unipersonal tragicómica, con escenas que muestran con claridad situaciones resueltas e irresueltas por la única protagonista María Peligro, encarnada por Leticia Vetraro.

Una mujer que carga con el peso de sus padres muertos retratados en dos cuadros, presenta sus manías, quizás producto de alguna secuela que pudo haber dejado la desaparición de sus progenitores. La trama humorística prima por sobre las destrezas circenses exhibidas. El día de su cumpleaños es el tiempo en el que transcurre la obra, con su casa como escenario.
Una caja de regalo gigante guarda los distintos elementos con los que mostrará su rutina y también el que la haría romper esa memoria: un muñeco inflable del que se enamora al punto de tapar el recuerdo de sus padres. A pesar de esto, su encierro y soledad no la deja ser más que vivir obsesivamente llena de pesadillas que en la noche las representa con excelente histrionismo.

Los 60 minutos que duró el espectáculo alcanzaron para demostrar con claridad que no es necesario el uso de alguna palabra para transmitir el cuento y el humor. La pantomima, los gestos faciales y todo movimiento hecho lograron completar el vacío de un posible monólogo y/o diálogo. Está por demás pulido el nivel de relación y la existencia de lo digital y analógico en la comunicación entre la protagonista y los espectadores.

El Picadero, colectivo uruguayo que aglutina artistas, gestores y técnicos que promocionan el circo uruguayo, repite por segunda vez esta bienal precedida por una edición que convocó en 2014 a más de 5000 personas con la puesta escénica de más de 100 artistas de variados países.

Se puede seguir disfrutando de estos espectáculos todas las noches hasta el domingo. Entrada: a la gorra (colaboración voluntaria). El Picadero está en Uruguayana 3836 esquina Zufriategui (Capurro)

Cronograma de espectáculos: http://goo.gl/b8dqO3