Monumento Histórico Nacional desde 1975.
La villa palladiana que ocupa el Museo Blanes pertenece al período de auge de las quintas y villas del Miguelete en el siglo XIX. Diseñado por el ingeniero Juan Alberto Capurro, constituye un destacado exponente del eclecticismo historicista de influencia italiana.
El ingeniero Juan Alberto Capurro, formado en el Politécnico de Turín, diseñará en 1870, para quien era entonces el propietario del predio, el Dr. Juan Bautista Raffo, una villa palladiana y el jardín se organizará de acuerdo a las pautas de la paisajística francesa. Bautizado como Jardín de los Artistas, fue diseñado en sus orígenes probablemente por Pedro Margat, el principal de nuestros horticultores del siglo XIX, quien integró valiosas especies vegetales, aún hoy en pie, conformando un pequeño parque. Diversas figuras de la sociedad montevideana habitarán la finca durante las sucesivas décadas.
En 1872 es adquirida por Clara García de Zúñiga, quien gustó escandalizar a la "aldea" con su vida libertina y en 1875 nace allí su hijo Roberto de las Carreras, el célebre dandy del Novecientos. Clara vivirá allí sus últimos años, envuelta en alucinaciones y recluida en el altillo especialmente construido para albergarla.
En 1929, la municipalidad adquiere la villa a la familia de Augusto Morales para destinarla a museo, encargando al arquitecto Eugenio Baroffio las obras de reforma y ampliación. Baroffio mantiene y continúa el lenguaje ecléctico historicista del diseño original, dejando intacto el cuerpo frontal del edificio y construyendo dos grandes salas posteriores con un claustro porticado entre ambas.
La nobleza arquitectónica del edificio, sumada a la significación histórica y ambiental del espacio urbano donde se implanta, el parque del Prado y sus aledaños (en el que se encuentran otras instituciones culturales como el Museo y Jardín Botánico, Casa de la Cultura, el Museo Nacional de Antropología y diversas instituciones de enseñanza primaria y secundaria), constituye un valor cultural que se agrega al del acervo artístico, proponiendo la integración y potenciación mutua de ambas áreas patrimoniales.