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Edificio Salvo

Edificio Salvo
Barrio Prado Nueva Savona. Av. Agraciada 3558, Av. Buschental y Félix Olmedo.
Ubicado en la esquina de avenida Agraciada y Félix Olmedo, es un ícono de la arquitectura racionalista uruguaya que destaca tanto por su adaptación al entorno como por su diseño funcional y estético.
 
Esta construcción, pensada para vivienda de renta en altura, es un ejemplo notable de cómo el diseño arquitectónico puede responder a la diversidad de un espacio urbano. Situado en un punto donde convergen tres escenarios distintos: la avenida de tráfico constante, la calle barrial y una pequeña plazoleta, el edificio se proyecta con un equilibrio entre unidad y singularidad para cada una de sus fachadas.
 
La fachada principal, que da a la avenida Agraciada, presenta un diseño simétrico con una clara diferenciación entre basamento, desarrollo y remate, reforzando la elegancia y funcionalidad típicas del racionalismo. Sus amplios balcones otorgan dinamismo y profundidad a la estructura, que además incorpora una curva en la esquina, suavizando la transición hacia la calle Olmedo. Este detalle elimina la arista rígida, facilitando una visual fluida desde cualquier punto de la intersección.
 
En contraste, la fachada que se enfrenta a la calle Félix Olmedo está compuesta por una serie de balcones escalonados que sugieren movimiento y crean una interacción visual con el entorno barrial. Esta disposición no solo aporta interés al diseño, sino que también refleja la forma en que el edificio responde a la escala más íntima y residencial de la calle, en oposición al carácter más imponente de la avenida.
 
El interior del Edificio Salvo alberga 38 apartamentos dispuestos en una crujía sencilla, con unidades que en su mayoría tienen una sola orientación, lo cual maximiza la eficiencia espacial.
 
Este diseño responde a los conceptos de economía y practicidad característicos de los edificios de renta de su época en Montevideo.
 
A pesar de no ser tan conocido como el emblemático Palacio Salvo de la Plaza Independencia, el Edificio Salvo de Agraciada es un ejemplo destacado de la arquitectura moderna en la ciudad, siendo tanto un ícono visual en su ubicación como una muestra de cómo el racionalismo puede integrarse con las particularidades del paisaje urbano.